Autos y negocios del ayer

El caso: IKA y el Káiser Carabela en Rosario

Por Miguel Carrillo Bascary 

Cuando comenzaba a desarrollarse la industria automovilística en Argentina se instaló en una su subsidiaria de Káiser Motor Co. que, a partir de una asociación con IME (Industrias Mecánicas del Estado), surgió como “Industrias Káiser Argentina”, más conocida por sus siglas, IKA, con lo que hacia 1954 se estableció la mítica planta de Santa Isabel, provincia de Córdoba.

Emblema de IKA 

A fines de los años ’50 la firma quiso imponer como producto estrella a su Káiser Carabela, que se produjo entre 1958 y 1962. Era gran sedán cuatro puertas, un clon (diríamos hoy) del Káiser Manhattan presentado en Estados Unidos en 1953. Registró una producción nacional de unas 10.225 unidades. Usaba un motor Continental de 6 cilindros y tenía una cilindrada de 3.707 cc. No era de auto portante, sino que contaba con un chasis. Como resulta de la publicidad que copio, se anunciaba como "EL GRAN AUTO ARGENTINO".


No registró mayor éxito de ventas, era largo, pesado y de alto consumo. Sus líneas se representaban como una modernización pseudo vintage de los sedanes medios made in USA, que decididamente perdían terreno con los mucho más modernos coches de la franja: Buicks, Chevrolets Impalas y Cadillacs importados que por entonces podían verse en las calles de Argentina. Cuando se discontinuó el motor Continental equipó a la línea Rambler. 

No es mi propósito relatar sobre los avatares de la marca, simplemente quise circunstanciar el "avistaje" de un Carabela en el particular entorno retro de la ex estación Rosario Central, hoy Distrito Centro de la Municipalidad de Rosario, su perfil arquitectónico y el adoquinado de la calzada ayudan a que el observador se remonte en el tiempo. 

Lucía un clásico y muy lindo color azul oscuro, aunque el negro fue el clásico de la mayoría de la producción, aunque también se distribuía en otros colores. Conservaba la tapicería roja, increíble detalle cromático para un auto de estas características. El trabajo de restauración parecía impecable, su carrocería encerada brillaba con luz propia, enmarcada en los grandes cromados característicos del styling norteamericano de los años '50.

Presentaba una antigua patente comunal, referenciada en la localidad de La Vanguardia (provincia de Santa Fe), cercana a Rosario.


Sin dudas no deben ser muchos la Carabela sobreviviente, a mediados de los ’60 fueron numerosos los que se adaptaron para prestar servicios fúnebres, téngase en cuenta que cargaba siete pasajeros con comodidad y que su larga distancia entre ejes lo había apto para transportar un féretro o las consabidas coronas. Durante los ’70 hubo algunos que se convirtieron en pick-ups. Sin olvidar los 57 usados como taxis, tal como lo menciona la bibliografía. 

En la ciudad de Rosario la red de concesionarios IKA contó con gran desarrollo:

  • MAFICO S. A., con local en Ovidio Lagos 599, envidiable posición comercial.
  • RAVEN S. A., quizás la más popular, instalada en Corrientes 250, que ocupa hoy una concesionaria Renault. Tenía venta de repuestos, taller y garaje sobre Catamarca entre Paraguay y Pte. Roca, superficie que hoy ocupa una casa de marcos y un garaje.
  • STÁBILE S. A., de 3 de febrero 1602, con instalaciones de planta baja y primer piso, todo a lo largo de la cuadra, donde hoy está un supermercado COTO.

Concluyendo

En lo personal el Carabela nunca me gustó, ya era "viejo" para mi apreciación de niño,  pero hoy al ver este ejemplar, tan cuidadosamente restaurado, reconozco sus valores como testimonio de la época de plata de la industria automovilística argentina.

Mi reconocimiento al cariño que su dueños ha comprometido y mi agradecimiento por haber sabido preservar esta joya mecánica.

Sería lindo conocer los pormenores, café de por medio.

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