1860 – El primer gobierno elegido por los rosarinos

El amanecer de la evolución política de Rosario

Coronel Marcelino Freyre
titular del primer gobierno electo en Rosario

Por Miguel Carrillo Bascary

La corbata que ornamenta la bandera de la ciudad lleva bordados dos guarismos; 1812, que remite al 27 de febrero de ese año cuando acá, en Rosario, se izó por primera vez la Bandera Nacional. El otro es 1852, año en que aprobó la ley del 5 de agosto que la reconoció como ciudad.

Corbata y bandera de la ciudad de Rosario

Sin embargo, pocos conocen la Municipalidad de Rosario recién pudo tener su primer gobierno electo el 12 de febrero de 1860, algo más de siete años después. Efectivamente, no bastó con la ley de 1852, para que Rosario quedara constituida como una comunidad política; era necesario que el pueblo pudiera expresarse y elegir sus autoridades; así funciona la democracia.

Aquellos primeros años de la segunda mitad del siglo XIX no fueron fáciles para Rosario; si bien en lo económico se dieron pasos auspiciosos. Su rudimentario puerto, al que de accedía por la bajada Grande, hoy Sargento Cabral, se transformó en el punto de intercambio comercial para todo el interior del país; cuyo gobierno regía Urquiza como primer presidente constitucional. Buenos Aires se había separado del resto de las provincias y actuaba como si de hecho fuera otro estado; luego de haber desconocido la tan anhelada Constitución.

Las tensiones fueron de tal magnitud que a mediano plazo derivaron en una nueva guerra interna que sacudió a un país ya harto de luchas armadas. Todos se vieron perjudicados. Rosario, además, tuvo sus tragedias locales; motines sangrientos; inundaciones pavorosas; proliferación de la usura; un déficit habitacional que amontonaba inquilinos; el analfabetismo era la regla que hacía impotentes a sus tres humildes escuelas y, para colmo, en 1857 hizo su aparición la fiebre amarilla.

Pese a todo, Rosario pugnaba por formar el gobierno propio que implicaba la ley que reconoció como ciudad; lo que el centralismo de la ciudad capital miraba con inocultable desconfianza.

Fue el día de Navidad de 1858, cuando se promulgó la ley que en los papeles debía organizar el anhelado gobierno municipal. Su lectura despierta la curiosidad de los rosarinos del siglo XXI ya que estructuró un sistema colegiado; formado por vecinos agrupados en una comisión de 10 “municipales” (sic); cuyo presidente también era “jefe político” del Departamento, es decir, una suerte de delegado local del gobernador, a cuyo cargo estaba la policía. A su vez, el cuerpo se fragmentaba en un “Consejo de Gobierno”, formado por el presidente y dos miembros; y tres comisiones: de Seguridad, Higiene y Educación; de Obras Públicas y de Hacienda; cada una de dos “municipales”. Aún los extranjeros podían ser miembros de esta primera Municipalidad, como así ocurrió. Todos los cargos eran ad honorem, por supuesto y tenían dos años de mandato. Las ordenanzas se formaban por decisión del gobierno en pleno. El ejido tenía por límites: el río Paraná y los arroyos Saladillo y Ludueña; en octubre de 1860 se ampliará la jurisdicción.

Una nueva demora dilató la elección del gobierno municipal en Rosario. Para alcanzar la tan esperada unidad nacional fue necesario que volviera a correr sangre entre hermanos. Porteños contra provincianos; provincianos contra porteños se enfrentaron en 1859. La lucha militarizó la ciudad; se requisaron caballos; carros y mercadería; se cavaron trincheras en las calles y se impusieron severos controles. Centenares de rosarinos entre los 16 y los 40 años se vieron enrolados en el batallón “Caseros”, bajo el comando del Cnel. Dámaso Centeno, muchos perderían la vida en las semanas subsiguientes; entre ellos el citado jefe.

El 5 de octubre los navíos porteños abrieron fuego de cañones sobre una población aterrorizada. Las tres baterías armadas sobre la costa respondieron el fuego; una de ellas estaba emplazada en la prolongación de la calle 3 de Febrero, hoy parque “Urquiza”; la otra en el “bajo de los Sauces”, aproximadamente donde en 1812 se levantó el reducto de la batería “Libertad”, es decir en la bajada de calle Santa Fe y la tercera, sobre la barranca que se abre hacia el “parque de España”, extendida entre las calles Mitre y Sarmiento, aproximadamente; todos ellos hoy son lugares por donde inadvertidamente la gente pasea despreocupada.

La disputa quedó zanjada en la segunda batalla de Cepeda (23 de octubre de 1859), aquella donde las tropas nacionales al mando de Urquiza vencieron a las porteñas conducidas por Bartolomé Mitre. Pese a todo, en lo político se impuso Bs. Aires y la paz quedó sellada en el “Pacto de San José de Flores” (11 de noviembre) que abrió paso la reforma de la Constitución que selló la definitiva unión de los argentinos.

El año de 1860 llegó con un mensaje de esperanza que a la postre permitió la definitiva institucionalización del país, prolegómeno de un desarrollo socio-económico que posicionó a la Argentina como una potencia mundial en ciernes, a despecho de enormes contradicciones. Gobernaba la provincia el coronel Rosendo María Fraga, aquél a quien recuerda una calle de barrio Belgrano; quién llamó a elecciones.

El desarrollo de Rosario se refleja en las cifras de su población. En 1851 la todavía “Villa Ilustre y Fiel del Rosario” titulo que revestía desde 1823,  contaba con 3.000 habitantes; en 1860 la ya “ciudad del Rosario de Santa Fe”, triplicaba ese número; nueve años más tarde alcanzaría a 23.000 almas.

Este fue el pueblo convocado a emitir su voto mayormente cantado, para elegir a sus primeras autoridades. El comicio se concretó durante tres días sucesivos; 22, 23 y 24 del tórrido enero de 1860.

La plaza "25 de Mayo" hacia 1856
en la esquina la "Columna de la Constitución"; en el centro la 
Jefatura política y al fondo la iglesia matriz de "Ntra. señora del Rosario"

¿Qué cómo fueron las elecciones entonces? En primer lugar, solo votaban los varones; no existían los partidos políticos tal como los conocemos; tampoco había cuarto oscuro; ni se acreditaba la identidad con documentos. Como en Rosario no había municipalidad la mesa se constituyó en el atrio de la iglesia; presidida por el juez civil y dos “vecinos notables”. Los votos eran verbales (“cantados”) o se escribían los nombres de los candidatos en una esquela. La mesa permanecía abierta entre las 9 y las 14 horas. Al terminar la votación del día se guardaba la documentación en un cofre con dos llaves que se depositaba durante la noche en la oficina del juzgado o en el propio templo.

La mayoría de los electos dejarían su huella en la nomenclatura de la ciudad y la provincia: Marcelino Freyre (1) ; Luis Lamas; Marcelino Bayo; José María Gutiérrez, José Arteaga; Aarón Castellanos; José Fidel del Paz; Emiliano Frías; José Caffarena y Benjamin Upton, quien era cónsul de Estados Unidos. Menudo trabajo les esperaba en el intento de sentar las bases para un futuro de Rosario que se manifestaría en forma explosiva.

 El difundido plano de Rosario elaborado por Carrasco, editado en 1858

Todavía era una ciudad pequeña, con sus 1.700 casas y ranchos de adobe; con calles de tierra. Como rasgo distintivo, frente a la iglesia matriz que albergaba la histórica imagen de la “Virgen Fundadora”; en la antigua plaza de carretas que conoció Belgrano, la misma que por tradición se nombrara “25 de Mayo”. En su centro, los rosarinos de entonces mostraban con orgullo el primer monumento a la Constitución que se había levantado en el país. Era una simple columna alegórica instalada en el centro de la construida de ladrillos encerrada por una reja forjada. Años más tarde, en 1883, fue reemplazada con la magnífica talla en mármol que hoy vemos en su centro, la “Columna de la Libertad”.

La plaza "25 de Mayo" con el monumento a la Revolución de Mayo, hacia 1890
se encontraba forestada con paraísos 

Así el 12 de febrero de 1860 quedó en funciones el primer gobierno electo por los votos rosarinos. Seguidamente se copia el decreto que dispuso que se testimoniara el histórico hecho. 



Hoy la ciudad sigue aspirando a gozar de la autonomía política que le permita moldear su gobierno acorde a sus modos y necesidades; un mandato que desde 1994 emanó de la nueva Constitución Nacional y que permanece sin cumplirse. Es tarea de todos los rosarinos bregar para que finalmente se concrete esta importante herramienta para el desarrollo de la ciudad.

Nota: https://es.wikipedia.org/wiki/Marcelino_Freyre

Esta nota fue difundida con prioridad por RosarioEsMas, fuente de la Fundación Rosario (fuente de información para periodistas y productores de medios): https://www.rosarioesmas.com/page/noticias/id/661/title/1860-%E2%80%93-El-primer-gobierno-elegido-por-los-rosarinos



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