La bandera argentina y la formación ciudadana
En las
cercanías de un nuevo aniversario de su creación resulta un muy apropiado
momento para revisar distintos conceptos sobre nuestra Enseña patria y su
significado.
La Bandera
argentina representa la esencia del ser nacional y es fuente inspiradora de nuestros
sentimientos de unión y libertad.
Un único diseño: La Ley Nº23.208, sancionada el 25 de julio de 1985,
establece que tanto el Gobierno Federal, los Gobiernos Provinciales y los
particulares (ciudadanos nativos o no) tienen derecho a usar la Bandera Oficial
de la Nación. Ésta se confecciona en tres franjas horizontales de igual ancho,
celestes las de los extremos y blanca la central, con un Sol color amarillo oro
en medio de la franja blanca.
El Sol
es el figurado de las primeras monedas de oro de ocho escudos y de plata de
ocho reales grabado en las acuñaciones argentinas de 1813 por ley de la
Asamblea General Constituyente del 13 de abril de ese año. Tiene 32 rayos,
dieciséis rectos y dieciséis ondulantes, alternados y en la misma posición que
se observa en esas monedas. Hasta la vigencia de esta ley, los particulares
sólo podían utilizar el pabellón celeste, blanco y celeste sin el Sol.
Un uso diligente: Nuestro principal símbolo de soberanía debe ser
respetado, cuidando que presente siempre un inmejorable estado de conservación
e higiene (pudiendo lavarse si es necesario). Cuando termina su vida útil, ya
sea por decoloración o rotura, debe reemplazase por uno nuevo. El pabellón
retirado puede quedar como reliquia o incinerarse en un marco de solemnidad, previa
anulación de su carácter emblemático (recortando la figura del Sol y separando
los paños).
Por favor, no pintar: Excepto por el Sol en el medio de la
franja central, la insignia oficial de los argentinos no debe llevar ningún
otro símbolo o inscripción. Una costumbre arraigada en nuestro país consiste en
agregar textos o figuras en las banderas, aunque no haya normativa que lo
apruebe o reglamente. Su uso es variado, por ejemplo, para identificar a alguna
parcialidad en encuentros deportivos, actos político-partidarios, etc. Para estos
casos podría consentirse el empleo de banderas de ornato, sin el Sol.
Desde nuestro pasado, un mensaje al
futuro:
Es interesante
retroceder en el tiempo, más precisamente hasta 1891, y rescatar del Acuerdo
del Consejo Nacional de Educación sobre las fiestas patrias las siguientes expresiones:
No se concibe la existencia de un pueblo como entidad moral y política
sin el cariño acendrado de su suelo, de sus instituciones y la admiración por
los grandes hechos de su historia y de los importantes acontecimientos que
dieron origen a su existencia como nación independiente y libre.
Además, si desde la temprana edad no se trata de inculcar y grabar en
el alma del niño estas ideas y sentimientos, no es posible suponer que ellos
adquieran en el ciudadano la firmeza e intensidad necesarias.
Sería
un genuino homenaje hacia nuestros Padres
de Mayo comprender, difundir y ayudar a cumplir estos preceptos.
Adolfo Mario Golman
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