Culaciati, factótum fundamental del Monumento a la Bandera


Precisiones sobre
Miguel Culaciati

Portada del suplemento relacionado

Por corresponder a la verdad histórica me permito reproducir la aclaración que publicó el señor Miguel Culaciati, periodista, en su Facebook del pasado 5 de septiembre con motivo de un texto que se encontraría bajo responsabilidad del señor Rafael Ielpi, periodista e historiador rosarino, a cargo de un suplemento del diario “La Capital”, el más que centenario y prestigioso periódico de la ciudad.

El suplemento está destino a reseñar las biografías y obras de caracterizadas personas que protagonizaron el quehacer de la ciudad de Rosario (Argentina).

Agrego por mi parte, que el decidido protagonismo de Culaciati permitió culminar los esfuerzos de tres generaciones de rosarinos que hasta 1943, momento en que comenzaron las obras, habían sido impotentes para conseguir el imprescindible apoyo de los gobiernos nacionales de muy diversa extracción política, a fin de concretar el gran homenaje con que la ciudad deseaba destacar su condición de cuna de la Bandera argentina.

Otras numerosas obras públicas para Rosario supo arrancar Culaciati al poder porteño.

El texto de referencia firmado por el nieto del biografiado, también llamado Miguel Culaciati, es el siguiente. Le he adecuado su puntuación para adaptarla al estilo de este Blog, dedicado a afirmar la identidad de Rosario, y al que también introducí algunas aclaraciones para ilustrar a los cientos de seguidores que no pertenecen a esta ciudad:

“COMUNICO
Como en más de una docena de oportunidades en el pasado, el diario La Capital de Rosario publica en el día de la fecha un Suplemento dedicado a mi abuelo Miguel, por dos veces intendente de la ciudad, en este caso, según me dicen, bajo la dirección del señor Rafael Ielpi.

Será la primera vez que hago un comunicado de estas características, que ampliaré en una nota más extensa y documentada, durante la presente semana. Esto obligado por inexactitudes y la visión sesgada que transparenta su redacción.

El mencionado Suplemento detalla, como en otras oportunidades, obras y logros muy conocidos respecto a su gestión, cuestión que como familiar agradezco.

PERO, DESEO DESTACAR CON FIRMEZA que incurre en apreciaciones tendenciosas y que, en varias líneas, no se ajustan a los sucesos históricos tal cual sucedieron.

Sólo como ejemplos y anticipo destaco:

1) Que mi abuelo no "murió a los 82 años", sino a los 90 (1879 / 1970).

2) Tampoco que "su principal actuación pública se situó en la etapa del llamado fraude patriótico".

Mi abuelo Miguel, siendo apenas un adolescente, participó junto a su hermano mayor Ángel en las revoluciones radicales de fines de siglo XIX y principios del XX, las de Leandro Alem, Irigoyen y otros, donde literalmente SE JUGABAN LA VIDA por lograr la evolución del sistema político imperante.

3) Aparte, sí como el mismo Ielpi / el escrito refiere, "el fraude patriótico" comienza circa 1930, mi abuelo ya tenía actuación pública destacada como diputado provincial (1912) y como Intendente en 1915.

4) Tampoco es cierto como expresa Ielpi in fine, que mi abuelo haya asistido a la inauguración del Monumento a la Bandera "por verlo bajo otra dictadura militar como la que le diera origen 27 años antes" (sic)????

Mi abuelo asistió junto a decenas de miles de rosarinos a la inauguración de nuestro querido Monumento [Nacional a la Bandera] en 1957, invitado por la autoridad momento, en su carácter de primer Presidente de la Comisión, (integrada desde su inicio en 1937 por destacadísimos rosarinos) y bajo la cual (1937 /1943) se dio real y concreto impulso a la obra, asignándose recursos voluminosos y voluntad política.

Al producirse el golpe militar del 4 de junio de 1943, que termina con la actuación de mi abuelo, el concurso estaba terminado y la obra comenzada.

Si lo hubiese invitado Frondizi o Perón [presidentes argentinos] o quien sea, hubiera concurrido igualmente como patriota y por ser el Monumento un símbolo que, como la bandera misma, debe ampararnos a todos los argentinos.

5) Habla del pavimento de Fisherton [barrio de Rosario de zona Oeste] "de excelente calidad" e insinúa que lo hizo solo para que se llegara al Jockey Club.

Error: el desarrollo fue parejo con todos los demás barrios: Alberdi, barrio Belgrano, Tiro Suizo, Centro, avenida Belgrano, boulevard Rondeau, avenida "diagonal Salta", etc.; etc.

Dispongo del detalle de cuadras pavimentadas, zonas beneficiadas, recursos exactos asignados y hasta nómina de empresas y personal a cargo participantes. Lo pongo a disposición.

Él no distinguía entre obras "para la burguesía o los trabajadores", al contrario, como hijo de inmigrantes, permanentemente alentaba e interactuaba con las vecinales de las zonas más necesitadas para apoyar su progreso. (Dispongo de 149 cartas de agradecimiento [recibidas] al finalizar su gestión)

En estas líneas como en otras de la nota resulta evidente el empeño de quienes la realizan de empañar su trayectoria vinculándolo a una "trampa ilustrada" y cuestiones de política nacional.

Cito, a modo de muestra y también como anticipo, un fragmento de una carta de su autoría dirigida al General Espíndola en momentos en que los militares pronazis planeaban el golpe de Estado de 1943, que el lector saque sus propias conclusiones:

"Hay quienes no entienden que son cosas muy distintas la democracia en sí, en sus líneas puras y en sus bondades inagotables al consagrar y proteger la personalidad humana, y la democracia inorgánica sin alma y sin propósitos nobles, manifestada demagogias de derecha o de izquierda, cuando no sin bandera, sin patria y carente de tradición. Una concepción de esta naturaleza es fermento perturbador del orden institucional, factor desintegrante del hogar, de la familia y del pensamiento, porque al colocar al hombre en la categoría de instrumento de dictaduras de izquierda o derecha, lo esclaviza y anula. Indiscutiblemente hay mucho que hacer. Tenemos que organizarnos democráticamente, si nos mueve el sentimiento de la nacionalidad, para salvar el patrimonio moral y material, legado generosamente por nuestros antepasados y que debemos dejar acrecentado, como tributarios del presente a las generaciones que vendrán... "

PARA FINALIZAR: Por supuesto que mi abuelo no fue perfecto, fue un ser humano más con sus luces y sus sombras como cualquier otro, pero eso sí … AMÓ A ROSARIO, y así me hablaba de la ciudad, emocionado hasta las lágrimas cuando yo era niño, contándome anécdotas de cada obra/ sueño realizado, como había luchado junto a otros hombres y mujeres para lograrlo, cuando Rosario no contaba con ningún tipo de lobby a nivel nacional.

Como se logró el inicio del Monumento a la Bandera, los accesos a la ciudad, como entusiasmaba a las familias prósperas de la época para que donaran en la idea de que Rosario era "la casa de todos".

Y cómo con cada barrio iban plasmando las obras y condiciones para que quienes llegaran a Rosario pudieran cumplir sus sueños de prosperidad y felicidad familiar, en el marco de una sociedad justa, previsible y con dinámica social.

Saludos cordiales - Miguel J. Culaciati (nieto)

MCB 

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