La postrera
presencia del “Independencia”
Nuestro Pabellón nacional flamea orgulloso en la popa del ARA "Independencia"
(Foto Histarmar)
Por Miguel Carrillo Bascary
A comienzos de la década de 1970 quienes
se acercaban al privilegiado balcón sobre el rio Paraná que es el parque
Urquiza y los que transitaban por la avenida Belgrano podían ver recostado sobre
el muelle del lugar, como enmarcado por el perfil de la isla y el horizonte,
una extraña figura de acero de inusuales características, en comparación con
los buques mercantes que solían atracar en las inmediaciones.
Por entonces, los rosarinos de cierta
memoria adivinaban en este raro habitante de la costa su naturaleza de
portaviones. Es que aún vivían muchos de aquellos que tenían vivencias frescas
sobre la II Guerra Mundial en donde estas armas navales tuvieron un
protagonismo significativo, particularmente en el Atlántico Norte, en el Mediterráneo
y en el Pacifico.
Claro es que la realidad
afortunadamente había cambiado y, alcanzada la victoria sobre los
totalitarismos del Eje Berlín/ Roma/ Tokio, lentamente estas naves habían
entrado en el ocaso, de manera que el portaviones ARA “Independencia” se
presentaba a los ojos rosarinos como un triste león sin garras, cansado,
envejecido, que simplemente esperaba su fatal destino final.
Aun así, su silueta fue parte de la
historia de la ciudad, lo que justifica que lo recordemos en estas líneas. Para
ello tomaremos como referencia la excelente información en temas navales que
nos proporcional el portal http://www.histarmar.com.ar, al que desde ya
agradecemos su función de historiar y promover la conciencia marítima
argentina.
HISTORIAL
Las demandas propias de la 2ª Guerra
Mundial (1939-1945) determinaron que el Reino Unido dispusiera la construcción
acelerada de portaviones livianos que recibieron la designación de Clase Colossus. Carecieron de cubierta acorazada,
sus defensas antiaéreas fueron limitadas, disponían de una sola catapulta y de dos
elevadores de aviones. Contaron con un desplazamiento de unas 18.300 toneladas.
La dotación original permitía albergar 40 aviones y unos 1.300 hombres. La
simplicidad del diseño de los Colossus
permitió que fueran operados por muchos años a un costo limitado.
Construido para la Royal Navy, el que se nombraria como HMS "Warrior" recibió su
quilla el 12 de diciembre de 1942 y se botó el 20 de mayo de 1944;
pero no fue definitivamente equipado sino hasta el 24 de enero de 1946, ya
terminada la 2da. Guerra Mundial; se frustró así su destino original, el océano
Índico.
Su primer destino fue la Armada del
Canadá, pero en 1948 luego fue devuelto al Reino Unido Integró la flota de
portaaviones de Gran Bretaña y sirvió, más bien con funciones logísticas en la
Guerra de Corea. Su tecnología se actualizó entre 1952 y 1953. En 1954 participó
en la humanitaria tarea de evacuar más de 3.000 refugiados del Vietnam francés.
Al año siguiente se le modificó la cubierta de vuelo, con lo que adquirió su
carácter angulado.
En la década de 1950 (Fotor Histarmar)
En 1956 formó parte de una fuerza de
tareas que realizó mediciones de radioactividad en el área de pruebas atómicas
del Pacífico, donde su tripulación quedó expuesta. A su vuelta pasó por Buenos
Aires de regreso al Reino Unido y quedó allí en situación de reserva.
En 1957 la Armada Argentina inició
tratativas para adquirirlo; lo que se concretó en junio de 1958. Su costo se
atendió con el producido de la venta de los antiguos acorazados
"Moreno" y "Rivadavia" y del guardacostas
"Pueyrredón", en contratación directa con la Armada británica. Fue
traído al país con una reducida tripulación nacional de unos 500 hombres, la
mitad de ellos eran conscriptos. Su adquisición fue sumamente polémica pero la
decisión del entonces presidente Frondizi, finalmente obtuvo aprobación del
Congreso.
Escudo heráldico del "Independencia"
(Imagen: Col.Martín Otero)
El Decreto Nº 3652/ 1958 lo clasificó como
"portaviones ligero” y se le fijó el nombre de "Independencia".
Explicando esta designación la norma indicaba: “Que la expresión
"Independencia" refleja uno de los más caros ideales nacionales y
rememora la gesta heroica de nuestros próceres para alcanzarla, a la vez que
reafirma la voluntad inquebrantable de los argentinos por mantenerla y
afianzarla".
Incorporado definitivamente a la
Escuadra de Mar, pasó a ser su “nave almirante”. Se le dio como como apostadero
la base naval Puerto Belgrano. Durante el período 1960/ 1967 cumplió diversas
comisiones, entre las que destacó la persecución de dos submarinos no
identificados que operaban en el Mar Argentino. Den esos tiempos operó con
diversos tipos de aeronaves.
Navegando por el Mar Argentino
Cuando en 1968 Argentina compró el
portaaviones A. R. A. "25 de Mayo", el "Independencia" por
razones de economía, pasó a un virtual estado de desarme eufemísticamente
disimulado como “de reserva”. Su destino era cosa de corto tiempo.
Su último comandante el Capitán de Navío
Acuña, despidió al buque del servicio (22 de enero de 1969) cuando dirigiéndose
a su dotación resumió su trayectoria y expresó: “En el cumplimiento de las
tareas asignadas, hemos navegado algo más de once mil millas en nuestro extenso
litoral marítimo v no sólo hemos operado sin pausas en el adiestramiento básico
y avanzado de nuestros aviones antisubmarinos y helicópteros”.
Rosario, su último amarradero
En 1971 se licitó su venta como chatarra en un remate público que se concretó el 17 de marzo de ese año. Lo adquirió la firma "Saric S. A." en la suma de 222.200 millones de pesos moneda nacional. Su desguace comenzó en el mes de octubre.
Ya desprovisto de su armamento;
maquinaria y equipo técnico; reducido a un caso flotante fue remolcado hasta el
puerto de nuestra ciudad donde permaneció amarrado, aproximadamente a la altura
del Anfiteatro Municipal.
Aun así, llamaba la atención de los
rosarinos por su extraña silueta, donde la pendiente de su pista apuntaba hacia
los cielos. Evocaba así las misiones que desempeñó en los mares y sugería el
coraje que debieron tener los pilotos que decolaron de su angosta pista.
Pese a su triste aspecto, para los
rosarinos fue una pequeña ventana a los mares de la Patria. Lentamente el gris
de su pintura fue manchándose con el óxido del olvido, triste imagen de la
decadencia técnica.
El 4 de diciembre de 1972 aún
permanecía amarrado a la altura del parque Urquiza cuando en horas de la mañana
se originó un incendio en su sala de máquinas, que fue sofocado luego de dos
horas de trabajo por cuatro dotaciones de bomberos.
Y así, un día sin registro, su figura
desapareció de la vista, dejando un halo de nostalgia en la memoria de los
rosarinos.
Ficha técnica
Nombre: ARA
"INDEPENDENCIA"
Tipo: portaaviones ligero de la clase Colossus "V-l"
Otros nombres: H.
M. S. "Warrior", de la Armada británica.
Construido en: astilleros
de Harland & Wolf Ltd., en Belfast.
Dimensiones: Eslora:
221,67 m. Manga: 27,40 m. Calado medio: 7,30 m.
Desplazamiento: 19.000
toneladas.
Pista angulada: 230
m. por 27 m.
Armamento: 5
Bofors de 40/60 y ametralladoras de 20 mm
Capacidad: 30
aviones.
Máquinas: turbinas
Pearson, 42.000 HP y 4 calderas Almirantazgo.
Velocidad: 25
nudos (máximo), 19 nudos (servicio).
Combustible: fuel-oil
naval.
Capacidad: 3.200
Tn.
Radio de acción: 12.000
millas.
Tripulación: 1.175
hombres.
Perfil del ARA "Independencia"
(Imagen: fdra.blogspot.com)
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