La identidad de una época de
Rosario
Se aproximan las fiestas de Reyes, aquellas
que cuando chicos nos hacían soñar con los regalos que nos “traían” durante la
noche y que descubríamos al despertarnos.
No hay que lamentar los tiempos idos, pero
el recuerdo nos permite ponernos nostálgicos y vale recordar qué eran esos
juguetes que muy poco tienen en común con los intereses de los chicos de hoy. Como un simple ejercicio de memoria me
detendré a algunos:
El yoyo, que llegó a importar desde
lejanos países auténticos profesionales del adminículo, encargados de
ejecutar increíbles destrezas.
Los trompos (de madera, los pequeños; y otros más tecnificados, de
mayor tamaño, que generaban sonidos y chispas provocando admiración.
Pero también hay más, mucho más, como el "Fuerte", escenarios de mil hazañas y de encarnizadas batallas.
También estaban "los autitos" un múltiples variedades, como la "Flecha de plata" de Fangio:
Además podemos apuntar los planeadores, ensamblados con madera balsa, eran espectaculares:
Los "soldaditos" eran un éxito asegurado, como estos confeccionados en "plomo", aunque había que cuidar las patas de los caballos:
Claro que "otros Reyes" preferían algo menos bélico, mucho más bucólico, y entonces aparecían los personajes de "la estancia", muy bien logrados:
En esta relación no podía faltar la "Pulpo" que servía para múltiples juegos:
El "Cine-graf" era un lujo para pocos, habitualmente englobaba a todos los hermanos y valía "para Navidad y Reyes", debido a su alto costo.
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