El “Día de la Bandera “y su primera conmemoración
Por Miguel Carrillo Bascary
Sabido es que la ley Nº12.361 de 1938, dispuso celebrar los 20 de junio como “Día de la Bandera”.
El historiógrafo rosarino Calixto Lassaga había impulsado la idea desde las páginas de “La Capital” y en 1933, en una reunión realizada en los salones del Jockey Club de Rosario, formó una comisión cívica para solicitar al gobierno que consagrara el fasto.
Calixto Lassaga
Con el pedido, se acompañó un amplio estudio sobre las fechas posibles, ellas eran: el 27 de febrero (creación de la Bandera nacional, 1812); el 13 de febrero (juramento a la Asamblea Constituyente por el ejército del Norte, que algunos consideraban equivocadamente como el primer juramento a nuestra Enseña, 1813); el 3 o 20 de junio (nacimiento y muerte de Belgrano, respectivamente); el 20 de julio (cuando el Congreso de Tucumán oficializó nuestra Enseña patria, 1816) y el 4 de octubre (considerado entonces como día de la fundación de Rosario).
Por su parte, ese mismo año, el diputado por Santa Fe de la Unión Cívica Radical, Rafael Biancofiore (exdiscípulo de Lassaga); apoyado por la Junta de Historia y Numismática Americana (antecesora de la Academia de Nacional de la Historia) presentó un proyecto de ley sugiriendo el 20 de junio.
Desde Bs. Aires se recibió inesperado apoyo, cuando una comisión cívica se movilizó con idéntico fin en 1936 y dos años más tarde logró que el diputado porteño Daniel Varela Dorna (Partido Conservador), presentara un proyecto de ley que actualizó la iniciativa.
La idea cobraba fuerza, como lo evidencia la resolución del 5 de mayo de 1937, emanada del Consejo de Educación de Córdoba que instituyó el 3 de junio como “Día de la Bandera”, el que debía observarse en las escuelas de esa provincia.
En igual sentido el presidente Ortíz envió otro proyecto al Congreso, pero no le daba carácter de fiesta cívica; de aprobarse solo sería una efeméride escolar.
Ya en el Congreso, a las opciones señaladas se sumó la de celebrar el fasto el 24 de septiembre (batalla de Tucumán) o el tercer domingo de junio, para “no crear un nuevo feriado”. La decidida acción del senador bonaerense Matías Sánchez Sorondo, también del Partido Conservador, obtuvo que se aprobara el día 20 de junio en carácter de feriado, con lo que la celebración alcanzó la trascendencia que merecía y se concretó por primera vez en forma oficial en 1938, con lo que estamos recordando sus ochenta años.
Durante el debate se señaló que de esta forma podrían asociarse los niños de las escuelas, ya que la otra fecha considerada, el 27 de febrero caía fuera del año escolar.
Sin embargo, hubo otro importante antecedente. Nuestras investigaciones han permitido rescatar del injusto olvido que la primera vez que se celebró el “día de la Bandera”; fue en 1910 y se cumplió en las poco pobladas regiones del país, que luego serían las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, La Pampa, Neuquén, Los Andes; Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, llamadas “territorios nacionales” o “gobernaciones”, por entonces dependientes directamente del Gobierno central.
Mapa de las gobernaciones entre 1884 y 1943, señaladas en naranja intenso
El padre de la idea fue el Inspector General de Escuelas, prof. Raúl Díaz, quién la promovió como forma de fortalecer la identidad nacional en tan inhóspitos territorios donde existían fuertes minorías extranjeras, principalmente chilenas. Fue un verdadero pionero, lleva su firma la resolución del 14 de mayo de 1909 que ordenó celebrar como “día de la Bandera” el 3 de junio; mientras que las escuelas de ciclo estival (todas ellas ubicadas en la Patagonia) debían hacerlo el 27 de febrero. Así, en decenas de humildes escuelitas (simples ranchos, muchas de ellas) y por varios años se conmemoró el magno acontecimiento.
Con los años, el 20 de junio compuso la terna las mayores de fiestas cívicas de nuestro país, sumándose al 25 de Mayo (formación del primer gobierno patrio) y el 9 de Julio (declaración de la independencia nacional).
Bandera con la que celebró el primer "Día de la Bandera" en Bs. Aires
(hoy en el Monumento Nacional a la Bandera, en Rosario)
Sin embargo, la ley Nº24.445 de 1994 (gobierno de Carlos Menem) dispuso la movilidad del feriado, con lo que la fecha se mimetizó con la serie de “fines de semana largos” establecidos para favorecer el turismo. Comenzó entonces una incansable lucha encabezada por la Municipalidad de Rosario, tendiente a restablecer el carácter inamovible de la fiesta.
No fue sino hasta el año 2010 cuando se subsanó el problema con el dictado del decreto Nº1584, que es el actualmente vigente, aunque cabe señalar que en el calendario oficial se lo conceptúa como el “día del paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano”; sin embargo, como la ley Nº12.361 nunca fue derogada formalmente, cabe interpretar que su mandato mantiene su vigor y que el 20 de junio es tanto la conmemoración de la muerte del prócer como el “día de la Bandera”. El citado decreto tuvo naturaleza de “necesidad y urgencia”; posteriormente la resolución sin número del Congreso nacional de fecha 21 de noviembre de 2012, convalido sus mandatos.
Corresponde aquí rendir tributo a todos los que contribuyeron a generar y difundir tan merecido homenaje a nuestro pabellón nacional, en una fecha que hoy es parte de la identidad rosarina.
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