Bandera de Santa Fe - Referencias


BANDERA DE LA PROVINCIA DE SANTA FE

Referencias históricas
y de su ceremonial

Por Miguel Carrillo Bascary


Origen histórico

Santa Fe proclamó su autonomía provincial en 1815 y adoptó sucesivas banderas como aspiración de federalismo y evidencia de ser parte indisoluble del Estado argentino. Entre 1815 y 1821, al igual que otras provincias, se identificó con la que usaba la “Liga de Pueblos Libres” conducida por Artigas (a franjas horizontales, celeste, blanca y celeste, cruzadas por otra roja, en diagonal).

Gobernaba la provincia el brigadier Estanislao López, quién envió a la Junta de Representantes la iniciativa de adoptar una bandera propia conforme al diseño que adjuntaba. La propuesta se aprobó por ley del 3 de agosto de 1822 y la enseña identificó a los santafesinos durante las siguientes décadas. Luego de dictarse la Constitución de 1853 que organizó la vida del país las banderas provinciales cayeron en desuso. El centralismo de los subsiguientes gobiernos nacionales y los frecuentes quiebres institucionales hicieron olvidar las divisas provinciales hasta que con el reverdecer del federalismo que implicó el retorno a la democracia las provincias pudieron ejercer sus legítimas aspiraciones y se dieron banderas que las representaron. Santa Fe fue de las primeras, por iniciativa conjunta de las diversas fuerzas políticas que integraban la Legislatura, que por ley Nº9889 reinstaló la bandera adoptada en 1822, con el declarado propósito de revitalizar el legado histórico provincial.

Desde entonces, su uso se difundió paulatinamente en las oficinas públicas de la provincia; en sus municipios, comunas, escuelas y en infinidad de otros lugares. En el Monumento Nacional a la Bandera acompaña a la Enseña nacional desde el año 2008. El Gobierno provincial suele entregar ejemplares de la bandera de Santa Fe a las instituciones que acreditan especiales merecimientos.


Significado

Ningún documento histórico explicó su significado. Se entiende que el celeste y el blanco aluden a la Bandera nacional, creada por el general Belgrano, precisamente en Rosario, el 27 de febrero de 1812. El rojo alude al ideario federal promovido por los primeros gobiernos santafesinos, que siempre lo utilizó como divisa. El amarillo del óvalo solo tuvo por objeto destacar el lema que contiene, “Provincia invencible de Santa Fe”, que recordaba los cuatro intentos armados de doblegar la autonomía local que rechazaron los santafesinos hasta 1822. En su interior hay un Sol naciente, que señala el surgimiento de la autonomía provincial y un diseño simplificado de su escudo.

Según una tardía interpretación, sin ningún fundamento documental, la lanza hacia arriba y las flechas volcadas, indicarían el triunfo de los conquistadores sobre los pueblos originarios, un aspecto que en la actualidad genera lógico rechazo. Sin embargo, hay otra interpretación, totalmente distinta, más afín al origen histórico del símbolo. Para explicarlo recordamos que quién diseñó la bandera fue el propio Estanislao López, cuyo bastón de mando (preservado en el Museo Histórico Provincial de Rosario) contiene el mismo emblema, pero con las flechas hacia arriba; lo que permite inferir que originalmente la posición de las flechas era a la inversa, o cuando mucho indistinta; sin que correspondiera atribuirles algún significado especial.

Empuñadura del bastón del brigadier Estanislao López

Más aún, tanto la lanza como las flechas eran propias de los originarios; el arma por excelencia de los conquistadores era la espada; en consecuencia, si se hubiera querido formar un emblema que señalara el triunfo de estos últimos, se debió incorporar una espada, no una lanza. Además, López conocía y valoraba perfectamente las culturas de las etnias originarias santafesinos; quienes formaban su escolta personal. Con estos antecedentes también podría interpretarse que la presencia de las armas autóctonas indicaría el protagonismo de los pueblos originarios en la historia provincial. Como se observa, ambas versiones tienen fundamentos factibles por lo que como no hay referencias concretas sobre qué simbolizó el conjunto de lanza y flechas, no podemos asignarle ninguna significación específica, menos aún, cuando esto implique abrir polémicas y eventuales divisiones entre los santafesinos.


Características

En su versión de ceremonias, la enseña provincial tiene corbata tricolor, sin inscripciones. Su abanderado lleva un tahalí rojo, blanco y celeste; colores que se repiten en las bandas de los escoltas. Las características del asta y la moharra no están reglamentadas, pero es costumbre que sean idénticos a los que corresponden a la Bandera nacional. Cuando no desfila se expone sobre un pie (que puede colocarse en una vitrina para mayor protección); las de izar se conservan en un cofre, que preferentemente tenga una tapa vidriada.


Referencias sobre su ceremonial

El Ceremonial de la enseña provincial sigue las pautas vigentes para la Bandera oficial de la Nación. El artículo 3º de la ley Nº9.889 dispone en particular: “El uso de la Bandera de Santa Fe se hará en forma conjunta con la Bandera Nacional Argentina. La rendición de honores en ceremonias oficiales se cumplimentará exclusivamente para la Bandera Nacional”. Según lo expuesto y la costumbre internacional lo marca, el orden de precedencia es: a) Bandera oficial de la Nación; b) bandera nacional de la Libertad Civil (Ley Nº 27.134), que es de empleo opcional; c) enseña oficial de un estado extranjero; d) la que corresponde a la provincia de Santa Fe y, finalmente, d) la que identifica a la ciudad o comuna.

En las ceremonias el principio general es que las banderas se colocan sobre la derecha del espacio afectado (izquierda del público). Si el conjunto es de número impar, la enseña oficial de la Nación va al centro y las restantes se distribuyen alternativamente, según el orden de precedencia.

Si el número fuera par, primero irá a la enseña oficial de la Nación y las otras se extenderán hacia la izquierda, según el ordenamiento citado.

Si corresponde flanquear una puerta de ingreso, la enseña argentina irá a la derecha de una persona que salga y la provincial a su izquierda.

En nuestro país las banderas de ceremonias en los momentos de mayor solemnidad se colocan en la cuja del tahalí; formando una perpendicular con el suelo; nunca se inclinan, porque esta posición remite al homenaje que se rinde a los monarcas.

Cuando se izan en conjunto, la nacional debe llegar al tope segundos antes que la provincial. Los ejemplares de izar se portan y retiran encanastados, con el escudo hacia arriba y hacia adelante. Lo ideal es que cada bandera utilice su propio mástil; pero si no fuera posible se endriza primero la nacional y seguidamente la provincial. El principio general es que las banderas permanecen izadas desde el comienzo de actividades, en la mañana, hasta el atardecer. En circunstancias especiales y solo si está debidamente iluminada, puede permanecer izada durante la noche. En caso de lluvia o viento muy fuerte es prudente arriarlas para evitar que se estropeen.

Como demostración de pesar público la bandera de Santa Fe iza “a media asta”, solo cuando así lo disponga un decreto del gobierno nacional o provincial. En su caso, se lleva hasta el tope y luego se desciende lentamente hasta la mitad del mástil (aproximadamente); para el arrío se procede en forma inversa. El duelo se expresa en los ejemplares de ceremonias colocando un crespón negro sobre la corbata.

Corresponde que el paño de la enseña santafesina se mantenga en perfectas condiciones de integridad e higiene; de ser preciso se puede lavar y reparar sin que mengüe su honor. Para prolongar su uso los ejemplares de ceremonia se transportan enfundados y se limpian en seco; cuando agotan su vida útil se aconseja preservarlos con el debido cuidado y respeto, acompañados de una tarjeta que relacione en qué circunstancias fueron recibidos por la institución y cuándo se ordenó su baja. Las de izar se incineran en una sencilla ceremonia, anulando previamente su carácter de emblema, para esto se recorta el escudo; se lo troza; luego descosen los paños y, finalmente, se colocan sobre el fuego.

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