Stella Maris, en la ciudad de Rosario
Por Miguel Carrillo Bascary
“Stella Maris”,
emplazada en las barrancas de Rosario
En momentos en que todos los
argentinos participamos con angustia y esperanza en la recuperación de los
tripulantes del submarino ARA San Juan no podemos menos que invocar la
intercesión de la Virgen María en su advocación de “Stella Maris”
(Estrella del Mar) protectora de los marinos de todas las naciones desde el
siglo IX.
Siguiendo esta tradición centenaria,
desde 1937 la Armada Argentina (1) considera como su patrona a la “Stella Maris”
por lo que resulta especialmente apropiado poner en Ella los ojos del alma en
las presentes circunstancias. En su condición de puerto al que anhelaron llegar
marinos e inmigrantes de todo el orbe, la ciudad de Rosario se identifica
especialmente con esta advocación mariana,
Frontispicio del edificio del colegio
La historia comenzó con la llegada de
la congregación educacionista de los Padres Bayoneses fundados por San Miguel
Garicoits, con sede en Betharram (Francia), que establecieron el Colegio
“Sagrado Corazón”, un instituto de excelencia abierto a los hijos de todo
el arco social de la ciudad de Rosario y de la zona circundante.
San Miguel Garicoits
(1797 – 1863, canonizado en 1947)
El “Sagrado” inició sus cursos en el
año 1900 en una casona alquilada que hoy ocupan los Tribunales Federales (Oroño
840), sería por poco tiempo ya que en 1909 comenzó a funcionar en su actual
emplazamiento de la calle Mendoza 1950. El “Sagrado Corazón” marcó toda una
época y continúa desarrollando su fecunda labor.
Escudo del Colegio las
iniciales “FVD” corresponden al lema “Fiat voluntas tua” (Hágase la voluntad de
Dios/ Hágase en mí la voluntad de Dios) que adoptó el Fundador.
Cuando se recordaron los cuarenta y
nueve años de la llegada de los Padres, los exalumnos del Colegio quisieron
testimoniar su agradecimiento al mismo y a la ciudad de Rosario para esto erigieron
una gran estatua de “Stella Maris” sobre la barranca que abre el parque
“Urquiza” hacia el Paraná. Allí se levanta, nívea, con sus cuatro metros de
altura, contrastando contra el verde de la vegetación que la circunda, una gran
escalera que arranca en la esquina de las avenidas Pellegrini y Belgrano hasta llegar a su pedestal, que consta de 7 metros .
Fue inaugurada el 8 de octubre de
1949 en un acto que concentró miles de participantes, a los que se sumaron
delegaciones provenientes de La Plata y Bs. Aires. En la oportunidad fue
bendecida por el obispo de Rosario, Antonio Caggiano; se hizo lo propio con dos coronas luctuales.
El dignatario religioso, acompañado del gobernador provincial con sus respectivas comitivas, así como una delegación de la Liga Naval y otros invitados especiales, embarcaron en sendas embarcaciones desde las que las coronas luctuales fueron arrojadas a las aguas en memoria de los marinos caídos
en la tragedia del rastreador “Fournier”. Este barco, bautizado así en
honor del marino Cesar Fournier que combatió bajo el pabellón patrio en la
guerra contra el Brasil, desapareció en el mar en septiembre de 1949 cuando
cumplía una misión cercana a la Tierra del Fuego, semanas más tarde se confirmó
su naufragio y la lamentada pérdida de todos sus tripulantes. En estas
circunstancias la inauguración de la “Stella Maris” en Rosario cobró una
emotividad muy significativa. Confiemos que tan luctuoso saldo no se repita.
Sello postal que
recuerda el naufragio del Fournier
Se ignora el nombre del
autor de la estatua, se especula que fue comprada en Francia y traída hasta
Rosario donde los arquitectos Tito y José Micheletti se ocuparon de montarla
sobre su pedestal. La imagen esconde un secreto que como tal escapa a
los observadores desprevenidos, representa a la advocación de la Inmaculada
Concepción, también llamada Nuestra Señora de Lourdes y se presenta con un halo formado por
doce estrellas, tradicional atributo de la Madre del Salvador, las mismas que
muchas décadas más tarde fueron captadas en la bandera de la Unión Europea. Vemos
que otra estrella solitaria brilla poco más alta que su frente, tal como la
costumbre consagra a las “Stella Maris”.
En definitiva, lo relatado manifiesta hasta que punto, la “Estrella
de los Mares”, guía de los navegantes, está sustancialmente incorporada a la
identidad de Rosario, “ciudad de María”, como la denominó el santo papa Juan
Pablo II cuando nos visitó.
Nota: (1) – Así se estableció por decreto del presidente Justo fechado el 18 de
agosto de 1937 cuyo artículo dispositivo dice: “Proclámase a Nuestra Señora Stella Maris, patrona de la Armada Nacional”.
Mayores
referencias:
“Colegio del Sagrado Corazón. 1900
"Historias trascendentes de Rosario" de Miguel Chiarpenello. Ed. del autor. Rosario, 2015. 160 páginas.
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