Sobre la bandera de Curuzú Cuatiá como
enseña belgraniana y del municipio
En este post se transcribe
una publicación del Dr. Horacio Julio Rodríguez, de Curuzú Cuatiá, al
recordarse un nuevo aniversario de la creación de esta poco difundida enseña.
La
bandera de Curuzú Cuatiá
Por el doctor Horacio Julio Rodríguez
Belgrano y el
Ejército del Norte
Cuando el 26 de setiembre de
l810, el entonces coronel Belgrano partió de Buenos Aires, llevaba una misión:
la de ir al frente de un ejército que se formaría en la marcha a “auxiliar” al
pueblo de Asunción para que este pudiera adherir al movimiento de Mayo. Estas
tropas tendrían el pomposo nombre de “Ejército del Norte”.
En Santa Fe, a los dos cientos
hombres de la “Caballería de la Patria” venidos de Buenos Aires, se les
agregaron unos sesenta Blandengues.
También se agregó como capellán,
el padre Juan José Arboleya, quien había sido el cura de Rosario del Colla,
próximo a Colonia del Sacramento, lugar que lo envió como su diputado ante la
junta de 1810.
El 9 de octubre, Belgrano pasó a
La Bajada, poblado de la jurisdicción de Santa Fe, situado donde hoy está
Paraná. Las tropas terminaron su paso el día 17, cuando Belgrano se puso al
frente de su ejército y comenzó el avance.
Fue entonces que Belgrano
resolvió dotar de una bandera a su ejército. En aquel tiempo, cada regimiento
tenía la propia, distinta de las que usaban los otros, pero el “Ejército del
Norte”, formado por soldados extraídos de diversos cuerpos, carecía de ella.
Manifestó su resolución al
dirigirse en estos términos a los ministros de la Real Hacienda de Santa Fe: “En
el instante remitirán Vms [Vuesas
Mercedes], 2 varas de gro de lana azul, 2 de amarillo y 2 de
encarnado, como pa vanderas, y quando de esta calidad no se encuentre lo
facilitarán de hilo o seda” (sic)
La orden de compra
Desde el pequeño poblado de La
Bajada [hoy Paraná], en el que quizás no debía haber tiendas, Belgrano ordenó comprar
en Santa Fe, “gro como pa vanderas”, de color “encarnado”, amarillo y
azul.
Sin duda, la expresión “gro” es
la abreviatura de “género”. El “gro” era y es, una tela de mucho precio, por lo
que Belgrano se satisfizo con un modesto “género de lana”, autorizando un gasto
mayor para comprar telas de hilo o seda, solo “cuando de esta calidad no lo
hubiera, puesto que al acusar recibo, dejó constancia de que ella eran “6 vs
[varas] de tafetán”. Dos varas de cada color. Unos 170 centímetros de
largo y tres pies o cuatro pies y medio de ancho, si las telas eran inglesas.
Había suficiente para confeccionar más de una bandera.
Traslado de las
telas hasta Curuzú Cuatiá
En La Bajada, con su ejército de
678 hombres ya organizado, Belgrano dispuso su avanzar hasta Curuzú Cuatiá.
Formó cuatro divisiones que debían marchar durante doce días con intervalo de
un día entre una y otra.
En comunicación a la Junta,
Belgrano informó que la Primera División iba con bandera roja; con azul la
Segunda y con amarilla, la Tercera. La Cuarta, bajo las órdenes directas de
Belgrano, no llevaba bandera.
En la marcha se atrasó la
Primera División, que solo llegó a Curuzú Cuatiá el 9 de noviembre, después que
lo hubo hecho la Segunda y la Tercera. En ese mismo día, al atardecer, arribó
Belgrano. Así llegaron a Curuzú Cuatiá las telas con las que se confeccionó la
Bandera del Ejército: sirviendo cada color de enseña a una división.
Precio de telas
Los tafetanes amarillo y azul costaron
nueve reales la vara. El encarnado fue más caro: doce reales la vara. El total
de la factura alcanzó a siete pesos y medio. Esto es así porque el “peso” o “peso
duro” era una moneda de plata que pesaba una onza y equivalía a ocho “reales
fuertes”.
Los vendedores fueron María del
Tránsito Troncoso y José Seguí, quienes no firmaron el recibo: “a ruego” de la
primera lo hizo Nicolás Hernández y “por ocupación” del segundo, lo signó Juan
Francisco Morcillo.
El recibo tiene fecha 21 de
octubre y el 23 las telas fueron recibidas en La Bajada por Belgrano.
Los colores de
Francisco Miranda
El gran precursor de la
independencia de las colonias hispanoamericanas fue el caraqueño Francisco de Miranda,
que intentó desembarcos en Ocumare y en la Vela de Coro en 1806, dirigiendo las
fuerzas que había reclutado para iniciar la guerra por la independencia de su
patria.
Llevaba en esa oportunidad los
colores que después adoptó para sí la “Gran Colombia” de Bolívar y que hoy
forman las banderas de Venezuela, Ecuador y Colombia.
Bandera de Colombia
Bandera del Ecuador Bandera de Venezuela
Desde el nacimiento mismo de los
ideales de independencia en Hispanoamérica, se expresaron con el amarillo, el
rojo y el azul, unidos por Miranda en su bandera.
¿Qué tiene entonces de extraño
que Belgrano los eligiera en 1810 para su ejército, que mantenía los mismos
ideales?
Creación de la
bandera del Ejército del Norte
En Curuzú Cuatiá Belgrano mandó
unir las telas que cada división llevaba. Esos paños, rojo, amarillo y azul,
comprados en Santa Fe, que hasta entonces habían servido de identificación a
las distintas divisiones, se unieron en una sola bandera para el ejército.
¿Quiénes
fueron las costureras que armaron la bandera? No se sabe, ni se sabrá nunca. Tal vez la mujer de
Castillo, tal vez las hijas de Zambrana. Pudo ser cualquiera de aquellas bravas
mujeres que se animaban al casi desierto en el que vivían.
¿Cuándo
se confección?
Muy probablemente, el 12 de noviembre de 1810, de manera que habría sido
formada en el lapso que va del 10 al 13. Es el 13 de noviembre de 1810, cuando Belgrano
le dirige a Mariano Moreno, secretario de la Junta, una carta en la que
insistía en el nombramiento de padre Arboleya como capellán del Ejército, y
destaca sus méritos, diciendo:
“Nuestro Arboleya es muy buen
patricio y no pierde ocasión de hacer servir su ministerio a la sagrada causa:
dos veces ha predicado: en la bendición de la bandera y el día de San Martín”.
Si había predicado dos veces,
debió hacerlo en días diferentes, como es costumbre. Si las tropas llegaron a
Curuzú Cuatiá el 10 a
la tarde, no hubo tiempo para confeccionar la bandera y tampoco para
bendecirla.
El 11 (día de San Martín, patrono
de Buenos Aires), la prédica lo tuvo como referencia. En la carta del 13, no se
dice “hoy, en la bendición de la bandera...”,
sino que sólo se menciona la prédica en esa ceremonia, sin precisar su día. Queda
entonces como fecha más probable de la creación y bendición de la bandera, pero
sin descartar las otras, la del 12 de noviembre de 1810.
¿Qué
forma tenía la bandera que creó Belgrano para su ejército? No hay constancias escritas
para poder contestar a ese interrogante pero sin embargo, hay indicios
importantes.
Si en Santa Fe se compraron “telas como para vanderas”, de color
amarillo, encarnado y azul, no hay ninguna duda que la bandera tuvo esos
colores.
Si, como es opinión
generalizada, Belgrano dio tres fajas horizontales a la bandera bicolor que izó
en las costas del Paraná, es probable que haya hecho lo mismo (dar tres franjas
horizontales) a la tricolor que formó en Curuzú Cuatiá.
Ya es más difícil precisar en
qué orden estaban colocados los colores en esta bandera. En documentos escritos
de la época (orden de compra, divisa de cada una de las divisiones del ejército
en su marcha de La Bajada a Curuzú Cuatiá), se mencionan los colores en
distinto orden.
El paño de la bandera se perdió
en Tacuarí, pero cuando pocos meses después, en mayo de 1811, los patriotas
paraguayos iniciaron el movimiento por la independencia de su país, convocaron
a un Congreso que estuvo presidido por “una bandera tricolor, azul, encarnado y
amarillo, con el escudo de las armas del Rey”.
No sólo los ideales de
independencia le dio Belgrano al Paraguay, t También heredaron el símbolo en el
que estaban encarnados.
Monumento al general Manuel Belgrano, en Curuzú Cuatiá
Fue Inaugurado el 16 de noviembre de
1960, sesquicentenario de la fundación de la ciudad. En la cermonia inaugural
estuvo el presidente de la Nación Argentina, Dr. Arturo Frondizi. Se hizo con
fondos aportados por el pueblo y subsidios estatales.
Destino final de
la Bandera del Ejército del Norte
Belgrano marchó de Curuzú Cuatiá
con un ejército que llevaba su bandera al frente. Con ella tuvo que haber
cruzado el Paraná y entrado al Paraguay. Con ella se combatió en triunfos y con
ella se sufrió la derrota de Tacuarí.
¿Qué
pasó después con la bandera?
Su destino puede ser contemplado desde dos puntos de vista: del que se atiene a
la materialidad de su paño y del que mira a su existencia ideal, a la simbología
que en ella estaba representada.
El paño se perdió. No se habla
más de la bandera en ningún documento de la época. Pero sus colores, como símbolo
de los ideales de Mayo que Belgrano había logrado infundir en los oficiales
paraguayos, pasaron a Asunción e inspiraron, juntos, el movimiento
independentista del Paraguay.
Ese movimiento estalló el 14 de
mayo de 1811 y como consecuencia se celebró el Congreso General de Asunción, el
17 de junio de 1811. Uno de sus miembros, Mariano José de Molas, dice que ese
Congreso estuvo presidido por una bandera que ostentaba los mismos colores que
la creada por Belgrano en Curuzú Cuatiá y que podía, así, finalmente, cumplir
con los objetivos de su ilustre creador.
La gestación
En 1988, el concejal Horacio
Julio Rodríguez, impulsó la sanción de una ordenanza por la que se adoptara la
bandera y canción oficial de la ciudad. La principal dificultad radicó en dudas
de alguno de sus pares, que veían en el vocablo “bandera” ciertas implicancias
de soberanía consideradas inadmisibles para una municipalidad.
Finalmente, se resolvió sustituir
ese vocablo por el de “enseña”, la iniciativa la acompañó el concejal Raúl A.
Brambilla y fue aprobada por unanimidad, sin modificaciones, como Ordenanza
Nº496 el 7 de abril de 1988; resucitando los colores de la “la Bandera del
Ejército del Norte”, que Belgrano creó en este lugar al mismo tiempo que
fundaba la ciudad.
El autor del proyecto, ante la
falta de certeza sobre la disposición de los colores, adoptó la que estéticamente consideró mejor y,
aunque arbitrariamente, los fijó en tres franjas: amarilla arriba, roja en el
centro y azul en el segmento inferior.
Participaron de la sesión los
concejales: Mirta Soto de Fernández Fellini, Raúl A. Brambilla, Dante Bravo,
César Godina, José Luis Giménez, Daniel Sarli, Norberto Sturla, Hugo Talamona,
Susana Vallejo de Rico Bobbio y Horacio Julio Rodríguez. Presidía el Concejo el
doctor Arturo J. Beswick y como secretaria actuó la señora Estela Güenaga. La
norma fue promulgada por el Intendente local, el doctor Abel Eugenio Grela y la
refrendó su secretario de Gobierno, el doctor. Eduardo Gastón Fernández
Fellini.
La inauguración
El 16 de noviembre de 1988, la
enseña que Belgrano había creado en Curuzú Cuatiá en 1810, se alzó otra vez,
solemne, en el mástil de la esquina formada por la avenida España y calle Juan
Pujol.
El Intendente municipal, cedió el
honor del izamiento inaugural al autor de la iniciativa, el doctor Horacio Rodríguez.
En la oportunidad estuvieron
presentes el presidente de la Nación, doctor Raúl Ricardo Alfonsín y el gobernador
de la Provincia de Corrientes, doctor Ricardo Leconte. Otros ejemplares de la
bandera ornamentaban las casas cercanas.
Nota: Un agradecimiento muy especial al profesor Alberto José Balbastro que nos facilitó
este material
Noticias sobre el doctor Horacio Julio Rodríguez
El distinguido belgraniano
Nació
el 6 de enero de 1928 en Villa Cañás (Santa Fe) y falleció el 9 de diciembre de
2015 en la ciudad de Córdoba.
En
1951 se radicó en Curuzú Cuatiá y con los años fue reconocido como “ciudadano
distinguido”.
Se
graduó como abogado egresado de la "Universidad Nacional del Litoral", en 1949.
Fue
uno de los fundadores de la "Federación Correntina de Abogados" (hoy Colegio
Público), de cuyo Tribunal de Ética fue presidente.
Integró
la Mesa Directiva de la "Federación Argentina de Colegios de Abogados".
Miembro
de A.C.Y.A.C .(Asociación Cultural y Artística Curuzucuatiense)
Profesor
secundario y universitario.
Presidió
la "Sociedad Belgraniana de Curuzú Cuatiá".
Investigador
y divulgador del pasado local, autor de obras jurídicas y literarias, rama en
la que obtuvo premios en cuentos y novelas.
Concejal
de la ciudad de Curuzú Cuatiá, durante su mandato impulsó la adopción de la bandera,
creada por Belgrano en 1810 como "enseña oficial de la ciudad",
convirtiendo a la misma en la primera ciudad argentina que adoptó bandera
propia.
También
fue miembro de honor de la "Junta de Historia de Corrientes".
Escribió el
opúsculo “La bandera de Curuzu Cuatiá, Su creación por Belgrano en 1810. Su
adopción como enseña de la ciudad en 1988”. Ed. Tuyarandu. 1988
Sea este un postrer homenaje a tan distinguida personalidad.
El presente fue preparado en el
marco del “Programa: Rosario cuna de la Bandera y ciudad de la inclusión”
(Secretaría de Gobierno; Municipalidad de Rosario)
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