Identidad y reverencia

El Estandarte de Nuestra Señora del Rosario

Por Miguel Carrillo Bascary

Al acercarse la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María (8 de diciembre) y teniendo presente que la ciudad de Rosario la honra bajo la advocación de "Nuestra Señora del Rosario", es oportuno presentar al estandarte de la basílica santuario de este nombre, su iglesia matriz.

Posee la clásica composición de pendón, ya que “pende” de un palo transversal al astil principal. Ambos están recubiertos de fino terciopelo marrón. El remate del vertical, es de bronce y tiene forma de un cayado pastoral, recordando que Rosario es sede de un arzobispado cuyo titular usa un bastón ceremonial que remite al empleado por los pastores para conducir sus rebaños. Los terminales del palo lateral tienen forma acebollada y también son de bronce.

La pieza está confeccionada con un paño doble de seda blanca, donde se pintó la imagen de la Virgen, conforme a las características de la que se preserva en el Camarín de la Catedral. Un esfumado celeste la recorta sobre el paño y conforma un agradable conjunto.

Significativamente, a los pies de Nuestra Señora obra el perfil derecho del “Monumento a la Bandera” destacado sobre la bandera nacional la que se representa en azul oscuro (no celeste como es lo habitual).

Dos arabescos en dorado realzan el extremo inferior del paño, que es de forma irregular, ornamentado con flecos dorados; mientras que sendos galones de seda dorada que se enredan en los maderos y penden hacia los lados lo que contribuye a destacar el conjunto.

El estandarte descripto fue consagrado al uso litúrgico a mediados de la década de 1970, sustituyó al que se empleaba desde 1941, año en que la imagen llegada Rosario en 1773 fue solemnemente coronada por el cardenal Santiago Copello, asistido por el obispo local, monseñor Antonio Caggiano.

Aquí vemos el antiguo estandarte, que hoy se preserva contenido en una vitrina, en el Camarín de la Virgen, subsuelo de la Catedral.

 

Su estructura es la tradicional, también está construido en seda blanca y sobre él se pintó la imagen de Nuestra Señora, ya coronada, acompañada de una alegoría a la pujanza arquitectónica y productiva de la ciudad, acompañada por silos y sembrados, tal como se la percibía en la década de 1940; por sobre ella se extiende la Bandera nacional remarcando que Rosario fue el lugar donde se creó, el borde inferior del textil se realza con arabescos en dorado.

Como vemos el segundo estandarte guardó aproximadamente las características de su antecesor, pero en él se privilegió representar el Monumento, con lo que se refuerza el carácter de Rosario como “cuna de la Bandera nacional”.

Este tipo de estandartes se destina tradicionalmente a preceder el desplazamiento de los fieles de una comunidad, en este caso, los fieles de la parroquia Catedral de la ciudad de Rosario y de la "Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario", su más antigua agrupación social, ya que se constituyó el 27 de abril de 1736, a poco de conformar el curato.

Se los emplea en las procesiones y otras manifestaciones religiosas; fuera de estas ocasiones se exhiben a la izquierda del altar mayor durante las celebraciones marianas y, en el caso de Rosario, flanqueando al altar del Camarín que guarda la imagen histórica de Nuestra Señora.

Cabe destacar que este tipo de estandartes antes tan en boga en las parroquias, colegios y comunidades religiosas, son verdaderos elementos patrimoniales de la Ciudad, por este motivo muchos se preservan celosamente en los templos y sacristías de la Arquidiócesis.